Los términos plástico y polímero suelen
usarse indistintamente, pero esto no debiera ser así, ya que no todos los
polímeros son plásticos. Las primeras materias plásticas utilizadas por el
hombre fueron mezclas de cera o resinas naturales con distintos materiales. No
fue sino hasta 1870 cuando se utilizó el celuloide, el primer plástico
sintético; después vinieron la baquellita (1909), el acetato de celulosa
(1912), el acetato de vinilo (1919), los ésteres acrílicos (1931), los cloruros
de vinilo (1935), los poliestirenos (1937) y el polietileno (1940). Para 1952,
la producción mundial de plásticos alcanzaba ya el millón de toneladas. Si bien
el uso de los nuevos polímeros mejoró la calidad de vida del hombre, con el
tiempo se han vuelto un grave problema debido a que no pueden ser degradados
por el ambiente, lo que provoca un alto nivel de contaminación. Al contrario de
lo que sucede con la madera, el papel y las fibras naturales; los plásticos,
una vez que termina su vida útil, son desechados y pasan a formar parte de los
residuos sólidos de la basura. Actualmente, los científicos han realizado
muchas investigaciones para desarrollar algunos plásticos biodegradables, pero
el problema es mucho mayor. Una solución práctica ha sido el reciclaje, sobre
todo para los llamados termoplásticos. Los productos plásticos comerciales
presentan un símbolo en su empaque o etiqueta mediante el cual se indica que
ese plástico es reciclable, aunque esta opción no ha representado la solución
al problema. Por fortuna, las investigaciones científicas continúan y en las
escuelas se empieza a crear la cultura del uso adecuado de estos polímeros
sintéticos.
EN ESTE ESPACIO DESARROLLA UNA PROPUESTA PARA REDUCIR EL USO DE
PLÁSTICOS Y MEJORAR EL AMBIENTE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario